Regulación y bienestar emocional
¿Sientes que vives en una montaña rusa de emociones?
¿Te cuesta conectar con lo que sientes?
¿Tus emociones te desbordan y no sabes cómo manejarlas?
¿Tienes dificultades para expresar cómo te sientes?
¿Acumulas en tu interior todo lo que vas sintiendo hasta que no puedes más?
Si al responder a alguna de estas preguntas te has sentido identificado, puede que te interese lo que te voy a contar.


Las emociones son parte de la vida, y son necesarias. Si las percibimos desde el sufrimiento, es como querer deshacer un nudo tirando cada vez más fuerte de él o esperar a que se deshaga solo. Es necesario aprender a mirarlas con comprensión, interés y atención.
De este modo nuestras emociones son importantes para la vida. Incluso las emociones desagradables son vitales para adaptarnos al medio.
Por ejemplo, si vemos a un león el miedo, y las sensaciones que lo acompañan, nos preparan para protegernos, luchar o huir. Y, una vez a salvo, el miedo desaparece.
Para muchas personas, sentir sus emociones con la seguridad de que pueden sentirlas, y a la vez influir en cómo se desarrollan, es todo un reto. Cuando nos vemos desbordados por nuestras emociones, parecen inmanejables y nos generan mucho sufrimiento, recurrimos a mecanismos como:
- No hacer nada y dejarnos ir.
- Empujar nuestras emociones hacia nuestro interior, bloqueándolas.
- Tratamos de evitarlas, y para eso tratamos de cambiar de situaciones, distraernos, pensar en otra cosa etc.
etc.
Aunque estas estrategias, al principio, parecen funcionar, a largo plazo se convierten en un problema cada vez mayor.
